Es el momento de escribirte lo que nunca fui capaz de decirte...

Aunque sea tarde
De escribir lo que ha sucedido en una carta que no te voy a mandar, que no vas a recibir nunca.
En cuanto acabe de esribirla la quemaré, mi sentimientos se pondran a arder y así el dolor no se te queda tan dentro.
Esta vez solo quiero ser clara, sería una imbécil si no gritara que me he equivocado contigo, que la he cagado pero bien desde el principio, que he intentado avanzar sin apartar antes las cosas que me lo impedían, mirando al pasado, mirando atrás y sin apartar antes las cosas que me lo impedían. Agarrado al pasado, mirando para atrás, queriendo olvidar pero sin parar de recordar.
¡Qué locura! empeñada en quedarme ahí me he ido de un lado y de otro sin perdonar, sin perdonarme, sin avanzar.
¿Dónde está el secreto del futuro? tal vez esté en fijarse bien y en avanzar, mirar más cerca, más, tan cerca que lo borroso se vuelve nítido, se vuelve claro.
Claro que hay cosas que pasaron antes, mucho antes...
No quiero esperar milagros, solo que las cosas pasen.
O no.
Si
No
Si
No
Ahora lo tendria claro, pero ahora ya no depende de mí.
Sino de ti.

Típicas pero mejores.

Ellas lo ponen todo del revés.
Les encanta romper relojes de arena y odian las brújulas.
Dicen que el tiempo es suyo y que les da igual cual sea el camino correcto, lo que importa es que vayamos juntas.
Atrapan todos sus momentos en canciones y guardan recuerdos en fotografías.

maríaa.

Pequeñas, nos os marchéis antes del final de este cuento.

-¿Quién es tu mejor amiga?
-Yo no tengo una mejor amiga. Tengo cuatro, se llaman las bp, pero aunque sean cuatro, son como una sola. Y no es porque se parezcan, de hecho son muy distintas.
Una de ellas, yo diría que la más pava y vergonzosa de todas, tiene un corazón gigante. Tan grande que apenas le cabe en el pecho. Tiene mucho y presume demasiado poco para lo que podría. Calla mucho y con pocas palabras te puede hacer sentir la más importante de todas. Es la típica amiga que, cuando te pones a recordar, siempre ha estado, cuando la necesitabas y cuando no.

Hay otras dos chicas rubias. Son mis rubias. Son iguales en la mayoría de las cosas; no son nada tímidas, pero pueden llegar a ser las más vergonzosas en cosas muy absurdas. También se diferencian en muchas cosas; hablan mucho, de hecho no callan. Cuando tienen un problema, una siempre lo dice para sentirse mejor o al menos echarlo fuera, la otra se lo guarda hasta que le hace bola y explota. No son las típicas amigas que están diciéndote todo el día lo mucho que te quieren, sin embargo son las que más lo demuestran.

Y por último hay una más. Sus ojos son los ojos más brillantes que nunca he visto. Es muy inquieta, no para ni un segundo, y aunque diga y cuenta muchas cosas, lo que de verdad le preocupa se lo guarda para ella. Al final termina explotando, pero no es la típica que lo paga con sus amigas, porque sabe que las demás también tienen suficiente con lo suyo. Es bastante bajita, pero hazme caso, puede llegar a ser la más grande.

Ellas lo son todo, y aunque sean muy distintas, son como una sola.

maríaa

Ganas de vivir.

Tenía que ser capaz.

Su corazón aún latía por él, y hasta que no cambiara, algo en lo más profundo de ella creía en aquel amor, en su poder para hacerla mejor, para lograr que se convirtiesen en algo maravilloso.

Se aseguro de que llevaba el collar con ella. Si era importante confiar en sus instintos, estos le decían que nunca se separara de su collar.

-Tendrás que confiar en tus instintos. Mientras tanto, si tienes un presentimiento, incluso sobre algo que piensas que no conoces, debes confiar en él. Seguramente estarás en lo cierto.
-¿Así que debo confiar en mí misma incluso cuando no puedo confiar en los que tengo al rededor?
-Intentaré estar allí para ayudarte, hasta cuando estemos separados.

No habría que nadar mucha distancia para llegar a la orilla.

Deseó que estuviera a millas de distancia. Habría nadado junto a él hasta el anochecer, y durante todos los amaneceres y atardeceres que habrían de venir.

Me hacen sentir genial.

Valdría la pena permanecer en el infierno solo por pasar un poco más de tiempo con ellas.
Parece algo totalmente loco, pero es tan cierto a la vez...

maríaa.

Cállame con un beso.

-¿Por qué has venido a rescatarme? ¿Por qué has hecho todo este camino para buscarme si acabas gritándome e ignorándome? Claro que tampoco me has tratado de un modo distinto al habitual...
-No lo entiendes, esa es la cuestión, que nunca lo entiendes...
-Deja de decirme que no entiendo nada solo porque yo no puedo descifrar tu imprevisible, excéntrica y terriblemente dolorosa actitud de ahora-quiero-esto-y-ahora-quiero-lo-otro.

Dijiste que es demasiado tarde para conseguirlo, ¿pero lo es para intentarlo?

Delicadeza.

No tengo intención de marcharme. Nunca

-No sé por donde empezar...-¿Y si empiezas por eso de 'tengo una buena noticia y otra mala'?
-Buena idea. ¿Cual quieres primero?-La mayoría de la gente quiere la buena primero.
-Quizás sí, pero tu no tienes nada que ver con la mayoría de la gente.
-Vale, dime la mala primero.
-Entonces prométeme que no te irás sin haber oído antes la buena noticia.

No podía culparlo. Era una locura pero tenía razón.

Quería culparle por despertar aquel sentimiento incontrolado en su pecho, y por un segundo, intentó imaginarse la vida sin él. Pero era imposible, era como intentar recordar la primera impresión que se ha tenido de una casa después de haber vivido allí durante años.
Así de hondo ha calado en ella.

Podría haber vivido antes que antes le habría amado.

Había ido hasta allí para gritarle que le creía, que una parte de ella siempre le había creído, pero que la otra tenía demasiado miedo para aceptar aquella historia incomprensible. Le diría que no iba a permitir que el miedo la intimidara, ni esta vez ni nunca más.

y no me cansaría de gritarlo.

Había algo más que quería decirle, pero aún les separaba mucha distancia y el ruido de las sombras era terrible, y el aire demasiado denso para intentar hacerse oír desde donde se encontraba.
Pero aún así lo gritó, con todas sus fuerzas.
-¡CREO EN NUESTRA HISTORIA!

I don't want Superman, i want you

tú

-Él no es.. No es lo bastante bueno para ti.
-Bueno, entonces ¿quién lo es?
-No lo sé. Es una pregunta buenísima.
-A ver, no es que sea tan difícil-dijo reprimiéndose las ganas de abrazarle- ser lo bastante bueno para mí.
Él la miro como si estuviese cayendo por un abismo, y sus ojos de pronto se entristecieron al oír sus palabras.
-Sí, sí lo es.

'Oscuros'.

Emocionalmente agotada.

Haciendo equilibrios al borde del abismo.

maríaa.

Es distinto a los demás.

Por regla general, si un chico se comportaba así, no era difícil adivinar lo que sentía.
Pero con él, tales suposiciones nunca eran buena idea.

'Oscuros'.