-¿Por qué has venido a rescatarme? ¿Por qué has hecho todo este camino para buscarme si acabas gritándome e ignorándome? Claro que tampoco me has tratado de un modo distinto al habitual...
-No lo entiendes, esa es la cuestión, que nunca lo entiendes...
-Deja de decirme que no entiendo nada solo porque yo no puedo descifrar tu imprevisible, excéntrica y terriblemente dolorosa actitud de ahora-quiero-esto-y-ahora-quiero-lo-otro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario