Gracias. Por tus sonrisas en los momentos
difíciles, por tus abrazos cuando tengo frío, por acompañarme siempre para que
no este sola ni un momento, por tus consejos en cualquier instante que lo
necesite, por tus infantiladas, por tus chillidos, por el empanamiento a las
ocho de la mañana que no se puede soportar, por hacer pasar las horas, por todas
tus chorradas, por las pavadas y las paranoias, por ser tú. No tengo más que
decir, solo gracias.
maríaa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario