No le hacía falta corona para sentirse lo que era.
Aprendió que todo sale mejor si lo hace uno mismo y que si quieres, puedes. Que quien la sigue la consigue y que más vale arrepentirse de lo que has hecho que de lo que dejastes de hacer.
Que la vida no dura dos dias, porque ella ya ha vivido durante trece años y ahí seguía, con el proposito de seguir dando guerra durante muchos más tiempo.
No era una niña buena, le daba igual porque tampoco pretendía serlo.
No te hace falta ser princesa para tener tu propia historia.
maríaa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario