Y busco las palabras adecuadas, y ninguna es suficiente para describir todos los sentimientos que provoca en mí.
Que cuando me mira congela cada uno de los músculos que componen mi cuerpo. Es como si fuese imposible escapar de su mirada, como si me atrapase.
Que cuando me abraza, o simplemente se acerca a mí, un escalofrío recorre cada rincón de mi cuerpo. Me siento, cada vez que pasa cerca, como si no existiese peligro, ni el tiempo, ni todo lo demás. Hasta el oxígeno me sobra.
Que le he visto sonreír, y hacer el gilipollas, que por cierto lo hace como nadie, pero también le he visto serio, ser él mismo, y te aseguro que eso no se puede describir con palabras.
Que él es el dueño de cada uno de mis sueños, y también el motivo por el que sueño despierta.
Que su voz es la mejor, aunque las haya mas dulces o mejores, ninguna consigue transmitirme la tranquilidad que me transmite la suya.
Que es difícil no pensar en él cuando es la persona en la que más pienso a lo largo del día, y el culpable también de mis noches eternas.
Que se cree que no me doy cuenta, pero sé que él también me mira, aunque lo haga sin motivo, y también sé que aparta la mirada rápidamente para que no me de cuenta.
Que el infinito es un charco comparado con la profundidad que me transmiten sus ojos, y que tiene un corazón que casi no le cabe en el pecho, pero que se disloca como el tuyo o el mío cada vez que pasa algo especial o inesperado.
Que cuando él pasa, es a lo único que puedo prestar atención, y cuando pasa ella, él tampoco puede hacer otra cosa que no sea mirarla, porque la quiere tanto como yo a él.
"menudo triángulo amoroso; yo enamorada de él y él enamorado de la vida".
maríaa.
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